Por David Alonso
Ya en otras ocasiones he tocado este tema, sin embargo, hoy lo vuelvo a tener presente por situaciones que me tocan afrontar día con día.
Si Yo le preguntara los atributos que Usted valora de un caballo para comprarlo en un caso hipotético, ¿qué me respondería? ¿conformación, pedigrí, color, habilidad, cual sería primero?
Que me dice del temperamento, carácter, el grado de tolerancia a la presión, etc., antes que los elementos que le mencioné anteriormente.
Muchas veces contratan mis servicios para hacer esta valoración y desgraciadamente el resultado es diferente al que esperaban escuchar, pues habían escogido al candidato por bonito, ancho o rápido.
Los elementos que a mí me interesa conocer son similares a los que se evalúan en los tests psicológicos que utilizan las empresas para conocer la personalidad de un candidato a una vacante en una empresa, independientemente del nivel de habilidad o destreza con el que cuente. Podrá haber muchos candidatos a un puesto que sean competentes para ocuparlos, pero no todos tienen la actitud o disposición para hacer las cosas y no todos reaccionan de la misma manera cuando están sujetos a una presión.
Yo clasifico los caballos en base a tres tipos de temperamento y dos tipos de carácter:
De estas combinaciones salen 6 tipos de caballos de manera genérica, clasificados en algo que Yo llamo “equinalidad”, término equivalente a la personalidad en términos humanos. Lo interesante está por venir, dependiendo de la combinación, es el perfil de jinete que puede hacer una buena relación con el caballo, entendiendo por perfil la personalidad del mismo y su nivel de experiencia montando caballos. Para que sea más claro, en la siguiente ilustración muestro mediante un esquema semáforo donde ubicar a cada caballo para entender su comportamiento.
Seguramente no será fácil para usted poder definir el grado de “equinalidad del caballo”, pero le aseguro que con un poco de práctica con el tiempo será sencillo hacer esta clasificación. Esto aplica para quien quiere adquirir un caballo o para quien se dedica a criar caballos, ya que la mayoría de las veces reproducimos caballos pensando en que todos van a llegar a manos de un profesional y no para el común de la gente. Comento lo anterior debido a que el temperamento es heredable, mientras que el carácter es adquirido durante la vida del caballo.
Adicionalmente a los elementos anteriores, en los caballos hay dos factores que se combinan en sus respectivas equinalidades, estos son: Inseguridad y dominancia. Imagínese un caballo de temperamento fuerte y alto nivel de inseguridad, potencialmente una bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar, con mayor impacto si le adiciona un mal carácter. Por otra parte, imagine a un caballo de temperamento débil y altamente dominante.
Si nos ponemos a tomar en cuenta todos estos factores, le daremos realmente el valor correspondiente a un caballo, es por eso que las ventas de caballos castrados en USA son tan exitosas y la razón por la cual estos caballos llegan a valer tanto. En estos eventos los caballos muestran su destreza y equinalidad al ser mostrados trabajando.
Me queda claro que difícilmente cambiaremos nuestra forma de pensar con respecto a los criterios que utilizamos para adquirir caballos, porque por delante están los vicios del hombre, soberbia, poder, gula, que traducidos en acciones de personas nos hacen entender porqué buscamos el caballo más grande, el más bonito, el más rápido, el más fuerte, el más caro, etc.
Espero que cuando esté en esta situación (de compra o adquisición de caballos), recuerde que alguna vez leyó que habían otras opciones para evaluar caballos.
Para dudas o comentarios escríbame al correo davidalonso@brionatural.com o en el sitio www.brionatural.com , en la sección “Pregúntale a David”.
¡Hasta pronto!