Hace algunos años cuando iniciaba en esta profesión del entrenamiento de caballos recuerdo que aunque sobraban los ánimos, nos faltaban los recursos para el trabajo de los mismos.
Poco a poco me fui dando cuenta que para que llegaran más clientes era importante dar una imagen de profesionalismo y buen trato hacia los caballos, pues como dice un dicho de allá por mi pueblo “un buen vaquero primero tiene que parecerlo”, refiriéndome a lo que percibe el cliente cuando llega a un lugar que ofrece pensión y entrenamiento de caballos.
Recuerdo que no tenía un lugar específico para trabajarlos, un lugar limpio y libre de piedras era suficiente para empezarlos a cerrar en los lados, de igual forma un planito para echar puntas, un huizachito para juntarles las riendas, un pozito para que dejaran la pata, etc., etc.
También me he podido dar cuenta que en ocasiones no es cuestión de recursos el hacer que las cosas funcionen adecuadamente, sino de actitud y en este sentido le recomiendo utilizar una herramienta muy recurrida por la empresas que se llama “benchmarking”. Esto significa que dentro de la actividad que nos dediquemos a desarrollar, es importante compararnos con el que mejor hace las cosas y le dan resultados Por lo tanto, es importante definir las cosas que realmente le agregan valor al trato y entrenamiento y que no sólo hacen que se vean bonitas.
A continuación le haré algunas recomendaciones sobre la infraestructura básica requerida para ofrecer un trabajo profesional en el entrenamiento de caballos.
Round pen o ruedo de entrenamiento: Este es un equipo indispensable para el entrenamiento de caballos, pues Yo lo considero como un salón de clases. No es un lugar para cansar caballos (como muchos lo consideran y usan), sino para enseñarles conceptos como liderazgo, conducción, control de espacio, cambio de dirección, etc. Además de que suple al bramadero o tronco que se ponía al centro de un corral para tironear los caballos nuevos provocándoles gran estrés y dolor.
Le recomiendo que la medida aproximada sea de 14 mts. de diámetro (dependiendo de la raza y la disciplina que maneje), que sea totalmente redondo y si es posible cónico para que los caballos al trotar o galopar no rocen con los cascos ni rodillas en la pared. La base del piso debe ser totalmente compacta y con una capa de arena sílica o de río de unos 15 cms. aproximadamente, si fuera posible incorporar un 30% de arena volcánica sería aún mejor . Las paredes le recomiendo tengan una altura mínima de 1.70 mts., de preferencia sin muchos claros. La puerta suficientemente ancha para que al menos pueda entrar una cuatrimoto para rastrear regularmente, además de ubicarla en un extremo contrario a las caballerizas para que el caballo al estar trabajando no busque querencia.
Arena o ruedo cerrado: Un espacio adecuado para el entrenamiento formal y seguro que pueda ser funcional en tamaño para la disciplina(s) que se practique(n). Generalmente para disciplinas como el reining o el lazo, un rectángulo de 35 mts. de ancho por 70 mts. de largo, es más que suficiente. El piso totalmente compactado (dureza del 99.9%), para que al ser rastreado no se dañe la base y con una ligera pendiente hacia donde apunta la inclinación natural del terreno para que al llover el agua salga inmediatamente y no se estanque. El piso se lo recomiendo también de arena sílica o de río, pues con este material no tiene pierde, en lo personal he probado otros materiales como grava, cáscara de huevo, arena tipo mar, etc. (cuando lo esté definiendo haga pruebas de abrasividad, volatilidad al impacto del aire, absorción y retención del agua). Para el riego no hay como el manual o el incluido en la rastra (el automático no es muy funcional por la variación del aire). Existen otras formas más sofisticadas para el diseño de pistas, todo depende de los recursos que esté dispuesto a invertir.
Bañadero: Adecuado para que el caballo pueda ser bañado de manera segura, es decir, que esté sujeto de los dos extremos de la cabeza para que no se mueva mucho al caerle el agua. Un cajón para que no pueda desplazarse hacia los lados y hule anti-derrapante para prevenir una caída.
Ensilladero: Un lugar adecuado donde el caballo pueda ser ensillado y desensillado sin problemas.
Colgaderos: Son un lugar importante porque nos permite tener al caballo distraído en vez de que esté agarrando vicios en la caballeriza. Existen muchas formas e ideas, Yo le platicaré una que me ha dado resultados por segura y práctica. Coloque dos tubos fuertes bien cimentados y únalos mediante un cable metálico, dependiendo la longitud que le dio, divida la distancia para distribuir los colgaderos de cadena (considere espacios aproximados de 6 mts. entre caballo y caballo). Le comento que me han dado resultados porque mediante este sistema rara vez se tironean los caballos problemáticos o los potros que apenas están aprendiendo a permanecer colgados. La movilidad del cable les permite sentirse más libres.
Seguramente habrá muchos más detalles a considerar cuando está decidiendo establecer un lugar formal para entrenar caballos. La tecnología, diseño y calidad dependerá de su presupuesto y creatividad. Mis recomendaciones son producto de mi propia experiencia (he cometido muchos errores) y la oportunidad que he tenido de estar en muchos lugares a los que les he podido copiar alguna cosa interesante bajo los criterios de funcionalidad y conveniencia económica.