Yo creo que a muchos de Ustedes al igual que a mí nos ha sucedido que cuando leemos la historia de un caballo famoso echamos a volar la imaginación y nos invade una melancolía por no haberlo conocido en vivo o por no haber sido parte de esa época.
En lo personal me hubiera gustado conocer a Poco Bueno, Doc Bar, Poco Tivio, Beduino, Easy Jet, Dash for Cash, etc., pero sé que al igual que estos caballos que se consideraron leyendas de su tiempo habrá algunos del nuestro que lo serán cuando ya no estén. En esto que menciono, radica algo muy importante, pues en muchos casos de los caballos considerados famosos fue hasta muy tarde que encontraron su valor, ya que hay una combinación importante de elementos para que un caballo pueda ser considerado leyenda y a continuación se los menciono. Primero que nada, su carrera competitiva deberá haber sido sobresaliente en cualquiera de las disciplinas ecuestres, también habrá que demostrar su capacidad para transmitir sus cualidades a su descendencia y un tercer elemento, las situaciones y circunstancias que se desarrollaron a su alrededor durante su vida.
Considerando lo anterior, recientemente me encontré con una joya muy escondida de mi amigo Don Roberto Garza Barragán quien fuera otrora el líder del extinto equipo de charros Villa Sacramento de Monterrey, N.L., a continuación les platico la historia.