Por David Alonso
Ya anteriormente hemos comentado que cada caballo, al igual que las personas tiene carácter, temperamento y equinalidad (personalidad), que definitivamente determinan su comportamiento.
En México, por idiosincrasia, nos gustan los caballos enteros, aunque nos cueste trabajo su manejo y aunque su genética no sea de lo mejor. En lo personal creo que tiene que ver con el machismo que nos caracteriza a los mexicanos, porque los caballos reflejan fuerza, poder, virilidad, etc.
En cabalgatas, concursos de conformación, desfiles, charreadas, etc., me ha tocado ver como batalla la gente con los caballos enteros, principalmente porque no se les ha dado un adecuado manejo y han crecido imponiendo su liderazgo sobre su manejador o jinete.
Por ejemplo en las cabalgatas, los dueños de los caballos enteros tienen que ir anunciándose a todo mundo y también cuidándose porque nadie se le puede acercar porque su caballo patea, muerde o se le encarama a cualquier yegua. En las carreras de caballos, es común que entre dos personas necesiten conducir el semental a la pista, ya que el exceso de vitaminas, energía y mal manejo los vuelven incontrolables. En algunos ensilladeros no se pueden pasar dos caballos enteros uno junto a otro porque se arma la pelea. Dentro de la caballeriza, algunos caballos se vuelven tan dominantes que no se puede entrar ni a tocarlos. Detalles como los que menciono son bien conocidos en los hípicos, lienzos charros, arenas, etc.
Todos estos problemas tienen como factor común la falta de conocimiento de la psicología equina, de las reglas que rigen a los caballos. Este tema puede ser motivo de una clínica completa sobre manejo, sin embargo, trataré de dar algunas recomendaciones genéricas para que su caballo tenga un mejor comportamiento y se conduzca de manera más segura.
Primeramente, recordemos que después de los 2 años de un potro la testosterona empieza a jugar un papel muy importante en su manera de comportarse, esto aunado al temperamento y carácter. Si en este momento el potro no es bien manejado, su comportamiento futuro podrá verse modificado. Esta etapa es muy determinante ya que si hiciéramos una analogía con los humanos, estaríamos tratando con un chamaco de 12 años aproximadamente, es decir, en el momento justo del inicio de la adolescencia.
Aquí es importante reforzarle los conceptos de liderazgo y control del espacio vital (para mayor información consultar la página www.brionatural.com en artículos de interés).
Cuando carga su primera yegua necesitamos hacerlo bajo condiciones controladas, por ejemplo: Usar una cadena de castigo para sujetarlo mejor, no dejarlo que golpee la yegua, no dejarlo que se suba a la yegua hasta que haya desenfundado totalmente. Y por último buscarle un lugar definido para este propósito.
En la caballeriza enseñarle que cuando se abre la puerta el debe estar en ella como si nos estuviera invitando a pasar y no escondiéndose o defendiéndose de nosotros.
Mientras esta en compañía de otros caballos enteros y nosotros estemos presentes ellos deberán tener claro que su rango es inferior al de nosotros (pensando en el rango social de los caballos), por lo tanto, no deberán dar muestra de agresión porque nuestra presencia equivaldrá al líder alfa (dominante) de la manada. Cualquier mal comportamiento deberá ser castigado tan suave o firme como se requiera.
Si durante los primeros 6 años de un caballo le enseñamos las reglas básicas de comportamiento, les aseguro que tendremos un caballo confiable y bien portado que muchos nos envidiarán.
Deseo que estos consejos sean de utilidad para Usted., para dudas o comentarios escríbame al correo dalonso73@hotmail.com o en la sección de preguntas de la pagina www.brionatural.com
¡Hasta la próxima!